La estructura de cerramiento seguro con la que se construyó la sala de este data center protege el interior de agentes externos (fuego, agua…) y al ser modular facilita una posible ampliación o traslado. Los puntos críticos de cualquier cerramiento son los pasos de cables e instalaciones, para los que se ha utilizado una solución de pasacables estancos con protección IP65, y la puerta de acceso al recinto, en este caso una puerta acorazada de 400kg que garantiza una total estanqueidad. Para garantizar un correcto control de acceso la puerta se abre electrónicamente a través de un sistema de lectura biométrica (reconocimiento de huella dactilar).

En el interior, la mayoría de las instalaciones discurren bajo un suelo técnico de 40 cm de alto. Se instaló un cuadro eléctrico con una potencia de 150 KW en disposición redundante para todos los servicios de la sala. Los SAIs o UPS, doblemente redundados, proporcionan una autonomía de 4h 40′ para solventar cualquier avería energética dentro de la propia sala.

Se utilizó un sistema de climatización especial para CPDs debido a que el avance de la tecnología exige una refrigeración cada vez más eficiente y precisa, donde la temperatura y la humedad se han de adaptar a las variaciones en la demanda de los equipos y a sus necesidades de disipación. Jacky Rabinovich, IT Manager de DSV en España, destaca que “disponer de dos máquinas de gran potencia redundadas nos da la ventaja de que en caso de que tengamos que parar una de las máquinas por avería o por mantenimiento no comprometemos ni el frío ni la seguridad de la sala.” Una correcta distribución de los flujos de aire, dirigida directamente a las fuentes de calor, nos permite optimizar la eficiencia y disminuir el coste energético. En el CPD de DSV se optó por una distribución con un pasillo frío y dos calientes.

Para la detección y extinción de incendios en el interior de la sala se han dispuesto sensores tanto en el techo como bajo el suelo técnico, y una estructura de rociadores de gas inerte que en caso de fuego actúan mediante el desplazamiento de oxígeno, expulsándolo a través de una válvula de sobrepresión situada en el techo del CPD.

Un sistema de monitorización compuesto por 4 sensores y 2 cámaras TCP/IP nos indican las variaciones en temperatura, humedad, aire, ruido y otros factores críticos y permiten visualizar qué ocurre en la sala. Jacky Rabinovich explica que “esos dispositivos están interconectados con una central con nuestros terminales Blackberry, en las cuales podemos recibir todo tipo de información en tiempo real de qué es lo que está sucediendo dentro de la sala.”

Por último, la instalación de racks de 45u permite una capacidad mucho mayor que la que tenían antiguamente y proporciona un entorno Green IT para la mejora de la eficiencia energética.