Tus datos nunca han sido más valiosos. Tienen el potencial de transformar tu negocio acelerando la innovación, mejorando la experiencia del cliente e impulsando la eficiencia operativa. Lograr este tipo de innovación con los datos requiere un cambio generacional en el entorno de aplicaciones, pero también implica la complejidad de implementar y mantener más infraestructura que nunca.

La nube ha establecido un estándar de agilidad con el acceso bajo demanda, la elasticidad de los recursos y unos cargos por servicio basados en el uso real. A las organizaciones les encanta esta experiencia de la nube, tanto que la quieren para todos los datos de sus aplicaciones, independientemente de dónde residan.

Y, lo que es más importante: sin una experiencia de nube omnipresente, tu infraestructura no puede mantener el ritmo de los negocios. Sin ella es fácil quedarse atascado en el mantenimiento, la actualización y el ajuste del almacenamiento local, de extremo y en la nube en silos complejos y aislados.